Muchos pacientes asocian, casi de inmediato, los tratamientos de ortodoncia con la necesidad de realizar extracciones dentales, pero no siempre estas son obligatorias. Es fundamental que se realice un estudio integral del caso para evaluar si se está ante la necesidad de extraer alguna pieza o no.

La ortodoncia es la rama de la odontología que se dedica al diagnóstico y tratamiento de los problemas dentales en la forma, posición o relación de las estructuras de los dientes. Por ende, el ortodoncista debe prevenir, detectar y corregir los posibles problemas de posición dental para garantizar una boca funcional y sana.

El principal recurso que utiliza la ortodoncia como mecanismo de corrección dental son los utensilios conocidos como brackets que se adhieren a los dientes y se conectan entre sí mediante un alambre que, en forma periódica, el ortodoncista ajusta para que, de manera gradual, se muevan los dientes y la mandíbula hasta colocarlos en el lugar que siempre deberían haber ocupado.

Cada caso particular tiene un diagnóstico y acciones específicas,

No solo es la posición de los dientes la que debe corregirse. También puede ser que la mordida esté desviada o que el paladar deba ensancharse. Otros datos importantes son la pericia y experiencia del profesional, por un lado, y la urgencia del tratamiento, por otro.

Visión completa para decidir las extracciones en un tratamiento de ortodoncia

Para realizar un estudio completo de la cavidad bucal y seleccionar el tratamiento que mejor se adapte a un caso particular, es esencial hacer una revisión a fondo de la boca del paciente; para ello, contamos con algunas herramientas esenciales:

Placas panorámicas y de perfil:

  • Los rayos X nos ofrecen una descripción completa de la estructura ósea del paciente, a través de ellos, podemos visualizar la estructura dental y también la conexión con la mandíbula. Es importante poder ver en forma integral la magnitud del problema a resolver para conocer a la perfección las zonas de apoyo, lo que se desea desplazar y hacia dónde dirigir esos movimientos.

Fotos:

  • Es importante contar con un buen registro de fotos que sirvan de referencia sobre cómo se ve la boca y la mordida; si a simple vista se nota alguna asimetría esquelética, se puede tomar registro de frente y perfil, con boca abierta y cerrada, entre otras opciones. Gracias a los avances tecnológicos, se pueden tomar fotos en diferentes ángulos y con distintas luces que garanticen una visión completa de cada perfil.

Modelos o réplicas:

  • En base a moldes tomados al paciente, se realizan modelos de dentadura para tener una idea completa de la estructura dentaria y la forma de mordida que presenta. Al tener esta representación 3D, el profesional puede diseñar y adaptar el tratamiento que mejor se adapte al caso que se le presenta.

Casos en los que se precisa una extracción

Si bien se debe realizar siempre un análisis exhaustivo de las características particulares de la boca a tratar, existen algunos padecimientos o particulares casos que se resuelven, en su gran mayoría, con la extracción de una o varias piezas dentales.

Uno de los casos que se presenta ante el ortodoncista y que, en su gran mayoría, precisa de una extracción, son aquellos que poseen un caso importante de apiñamiento. Es decir cuando los dientes a simple vista se notan superpuestos o amontonados. Generalmente, en estos pacientes se decide realizar la extracción de algún premolar que proporcione un poco de espacio, ya que algunas piezas han invadido el lugar de otras.

En pacientes con apiñamiento severo, se puede llegar a realizar la extracción de hasta 4 premolares. Con el fin de generar el espacio necesario para corregir el alineamiento de los dientes y la proporción de la mordida. Pero en pacientes que presentan una maloclusión en el sector de arriba o abajo, se podrían realizar solo extracciones en los sectores con problemas de espacio, ya sea que se presente en la parte superior o en la inferior.

Otra malformación que precisa con regularidad de la extracción de alguna pieza es cuando se presenta un corrimiento de la línea media. Es decir, que se ve a simple vista que los dientes que deberían continuar la línea de la nariz se han corrido para un costado o para el otro. En ocasiones, tanto la mordida de arriba como la de abajo tienen el mismo corrimiento, pero a veces, la asimetría es dispar y la mordida de abajo puede haberse corrido hacia un costado y la de arriba hacia el otro.

Para solucionar este problema con el centro fuera de eje, por lo general se recurre a la extracción de las piezas que permitan correr hacia el lado que corresponda la línea media para lograr, así, la simetría en la sonrisa.

Qué pieza dental se debe extraer

Por lo general, los dientes a extraer son los premolares que se ubican delante de las muelas y detrás de los colmillos. Son los que primordialmente se eligen porque son piezas repetidas y que, por su ubicación estratégica, ofrecen ciertas ventajas en relación con el movimiento de los dientes delanteros.

Pero siempre hay excepciones a la regla y en ocasiones se eligen otras piezas, por ejemplo, muelas que han tenido diferentes intervenciones por caries y no se ven muy saludables. También son candidatos a retirarse todos los dientes que hayan sufrido una partición o quiebre o que tengan una exposición del nervio.

Es resumen, se debe evaluar el contexto integral de la boca que se está tratando para valorar si corresponde realizar una extracción y, en caso de que así sea, también se debe seleccionar adecuadamente cuál es la pieza que más conviene extraer.

La clave: el especialista

Un profesional de comprobada especialización y vasta experiencia, podrá determinar la conveniencia de realizar extracciones en un tratamiento de ortodoncia. Un especialista comprometido con su labor estará dispuesto a explicar todo lo que el paciente desee saber, incluso, podrá justificar el porqué es tan importante realizar una o más extracciones y los pasos a seguir durante el tratamiento.