¿Quién no ha soñado con tener una sonrisa perfecta?

Son miles las personas que utilizan parte de su presupuesto destinado a la salud para realizarse algún tipo de blanqueamiento dental que haga relucir sus dientes. La odontología cosmética se encuentra entre las principales inversiones que hombres y mujeres deciden realizar en diferentes momentos de su vida. La importáncia no es menor, ya que estos tratamientos les permite lucir una dentadura sana y sentir una mayor seguridad al hablar.

En Internet es posible encontrar diferentes publicaciones con algunos consejos sobre remedios caseros o preparados que sirven para blanquear la dentadura. Pero estos métodos que no siempre son efectivos y pueden representar un riesgo para la integridad del esmalte dental y la salud de la boca. Por ello, siempre se deberá realizar previamente una consulta al dentista, para despejar cualquier duda en relación con este tema y conocer los diferentes tratamientos disponibles.

Tipos de blanqueamiento dental

Las técnicas disponibles para blanquear los dientes son variadas, muchas de ellas fáciles de poner en práctica y de muy bajo coste. No obstante, no todas son efectivas para todo el mundo y las hay con características particulares que se adaptan a los requerimientos de los pacientes. Entre las más utilizadas se encuentran:

Blanqueamiento dental a través de luz:

En este tratamiento se usa una potente luz, que puede ser LED o Láser, que tiene la propiedad de activar un agente blanqueador previamente colocado en la dentadura. Lo que hace el proceso de activación es liberar oxígeno en la dentadura que es lo que finalmente limpia la misma y elimina las manchas de los dientes.

Blanqueo progresivo:

Bajo el mismo principio, pero tomando muestras con un molde de la boca del paciente. Se preparan dos cubetas de plástico muy fino que emulan la conformación dentaria y allí se ubica el producto blanqueador que actuará durante la noche, liberando oxígeno de manera progresiva. Con el paso de los días se irán notando los cambios en la tonalidad de los dientes. Este procedimiento y el anterior pueden combinarse sin problema.

Microabrasión dental:

Esta es una técnica que se utiliza para borrar manchas localizadas en la capa más superficial del esmalte de los dientes. En estos casos se desgasta esa última capa del esmalte, eliminando las manchas de la dentadura que, una vez tratadas, no vuelven a aparecer.

Blanqueamiento dental interno:

Este es un método específico para tratar aquellos dientes que cambiaron su color después de haber sufrido algún golpe o que les hayan realizado un tratamiento de conducto. Se ha comprobado que este tipo de blanqueo interno brinda una solución definitiva y efectiva.

Cada técnica descrita tiene una función adecuada a cada situación de los pacientes, por ello, es importante visitar al dentista para que a través de la consulta se puedan abordar los diferentes métodos, sopesando beneficios y desventajas, y así poder elegir la alternativa que mejor se adapte a las necesidades de cada caso. También, se puede considerar realizar un blanqueamiento mixto, combinando más de un tratamiento.

Recomendaciones post blanqueamiento dental

Es importante que se realice un correcto cuidado de la dentadura una vez finalizado el proceso de blanqueamiento. El profesional que nos atienda también nos dará un protocolo a seguir con las precauciones más importantes a tener en cuenta, pero hay algunas recomendaciones que se repiten en cualquier tratamiento. Estas recomendaciones están relacionadas con la sensibilidad dentaria, ya que es muy probable que la experimentemos luego del proceso.

Para reducir el dolor y las molestias ocasionadas por la sensibilidad en los dientes, se recomienda usar una crema contra la sensibilidad que permita higienizar la boca. Estas cremas poseen activos como la Arginina que evitan la aparición del dolor.

Masticar chicle sin azúcar es un recurso que en ocasiones beneficia a los pacientes, ya que se ha descubierto que nos ayuda a producir más saliva y mejorar el PH de la boca en su conjunto. Además, masticar colabora distrayendo la atención cuando se experimenta algún tipo de dolor.

Una última recomendación es la de no realizar otro tratamiento de blanqueo dental por lo menos durante algunos meses. Tampoco utilizar productos de blanqueamiento para no desgastar la dentadura.

Cuidados para mantener los dientes blancos

Malos hábitos provocan que nuestros dientes se manchen o tengan un color amarillento u opaco, desluciendo nuestra sonrisa. Es importante saber que, una vez finalizado el tratamiento de blanqueamiento dental, es fundamental cuidar la dentadura para no recaer y empeorar la situación inicial.

La adicción al cigarrillo es una de las principales causas de los dientes amarillentos. Es importante así intentar reducir  y controlar su consumo antes de decidirse a realizar un tratamiento de blanqueamiento dental. De esta forma los resultados obtenidos podrán mantenerse en el tiempo.

En este mismo sentido, es fundamental que se disminuya el consumo de líquidos que manchan los dientes, como el café, el té negro, las bebidas carbonatadas y el vino. También, es necesario disminuir el consumo de algunos productos que manchan los dientes, como los frutos de color intenso, el vinagre y las golosinas. En caso de estar fuertemente acostumbrado a su consumo y no tener intención de modificar esta conducta, será esencial que se proponga una exhaustiva limpieza dental después de consumirlos.

Algunas enfermedades y padecimientos también tienden a modificar el color de la dentadura y, a veces, los procesos de blanqueamiento no tienen resultados en estos pacientes. Por eso será importante tratar el problema primario para luego intentar dar respuesta a la cuestión estética de la boca.

Al momento de decidir realizar un tratamiento de blanqueo en los dientes es muy importante hacerle una visita al odontólogo. Un profesional que efectúe una revisión completa de la boca y pueda asistir en la elección de la técnica más adecuada de blanqueamiento. Además, es esencial que el dentista realice un diagnóstico de la salud dental integral, a fin de determinar si no es necesario realizar algún otro tratamiento previo al proceso de blanqueado.

En caso de detectar alguna infección o padecimiento que precise atención urgente, el odontólogo realizará el tratamiento necesario para evaluar más adelante si es factible realizar el blanqueamiento o no.